
Lady Malin Melin: Superar la adversidad para sobresalir en el mundo ecuestre
Lady Malin Melin, es ya hace un tiempo una reconocida criadora y entrenadora de caballos. Su ejemplo viene inspirando a gran parte de la comunidad ecuestre, demostrando que los desafíos se pueden transformar en fortalezas. Nacida con “ceguera legal” (diagnóstico o nombre que se da, cuando el índice de agudeza visual es de 0,1 %), esta condición nunca la ha obstaculizado en su pasión por los equinos; por el contrario, la ha utilizado a su favor.
«La he utilizado a mi favor en todo lo que he hecho en la vida», reflexiona, haciendo gala de una mentalidad que la ha llevado al éxito tanto en los negocios como en el mundo de los caballos.
Desde pequeña, Malin sintió una profunda conexión con los animales, sobre todo con los caballos, hoy, gestiona un establo de más de 10 caballos. Entre sus muchos logros destaca uno: su primer caballo reproductor, Whiz Star Dunit, quien ganó el prestigioso German Breeders Futurity. «Estoy increíblemente orgullosa de él», dice sobre el logro, que marcó un hito en su carrera como criadora.

La filosofía de Lady Malin como entrenadora se basa en la creencia de entrenar a los potrillos desde su nacimiento. “Darles una base sólida es clave para garantizar su éxito cuando sean adultos” comenta Malin. Ella enfatiza la paciencia, la constancia y la seguridad, con un fuerte enfoque en el bienestar de los caballos. «Cuando los potros tienen un buen comienzo, les brindan mejores oportunidades en el futuro», explica, subrayando la importancia de una formación temprana adecuada. Método que también le ha traído varios comentarios negativos, de otros criadores, pero que Malin, refuta con hechos.
Su dedicación tanto a los caballos como a su bienestar es evidente en todo lo que hace. Más allá de sus programas de cría y entrenamiento, Lady Malin dirige múltiples negocios, incluida una empresa especializada en caballos, donde continúa haciendo crecer su legado en la industria equina. A pesar de enfrentar a quienes, no están de acuerdo con su método tan temprano de enseñanza a los jóvenes potrillos.
La vida de Lady Malin Melin es un testimonio de la resiliencia, la pasión y el poder de convertir los desafíos en triunfos. Su inquebrantable dedicación a los caballos y sus notables logros la convierten en una figura respetada en el mundo de la cría y el entrenamiento equino.
- 1. ¿Cómo empezaste a interesarte en el trabajo con caballos?
- 2. ¿Puede describir su enfoque para entrenar caballos y en qué se diferencia de los métodos tradicionales?
- 3. ¿Cómo adaptas tus técnicas de entrenamiento para conectar con los caballos a nivel sensorial, sin depender de la vista?
- 4. ¿A qué edad empiezas a trabajar a tus caballos y por qué crees que es importante empezar temprano?
- 5. ¿Cómo te aseguras de que los caballos con los que trabajas se sientan seguros y confíen en ti, a pesar de no poder leer visualmente su lenguaje corporal?
- 6. ¿Cómo utilizas el tacto y otros sentidos para comunicarte con los caballos durante las sesiones de entrenamiento?
- 7. ¿Podría explicar cómo su método ayuda a los caballos a desarrollar su confianza y estabilidad emocional?
- 8. ¿Qué desafíos ha enfrentado a lo largo de su carrera y cómo los ha superado?
- 9. ¿Cómo se evalúa el progreso de un caballo cuando no se puede confiar en la vista para evaluar su comportamiento y desempeño?
- 10. ¿Qué consejo le daría a otros entrenadores o personas que trabajan con caballos y que pueden enfrentar limitaciones físicas, como la ceguera?
1. ¿Cómo empezaste a interesarte en el trabajo con caballos?
Mi interés por los caballos comenzó desde muy joven, en parte influenciado por programas como “Little House on the Prairie” y “McKayen”. Como la mayoría de las niñas, soñaba con tener un caballo.
A los seis años tuve mi primer caballo, un Gotland Russ (raza de pony sueca). Le puse una silla de vaquero y comencé a montar, aunque nunca antes había asistido a una escuela de equitación ni había estado con caballos.
Cuando tenía ocho años, tuvimos la primera cría, y yo asumí la responsabilidad de criarlo. Con el tiempo, los ponis se me quedaron pequeños y mi atención se centró en los caballos más grandes. Conseguí mi tercer caballo, Ponomara Star, un D-Pony (es decir, un caballo que mide 140-148 cm de altura a la cruz). Con este comencé a practicar salto, sin haber tenido ninguna formación en esta disciplina. Siempre confié en mis instintos y en la relación que formaba con mis caballos. La competición de salto fue sorprendentemente bien. Por mi falta de visión, no podía medir distancias en los saltos, pero de alguna manera extraña mi caballo Star podía hacerlo por sí solo y juntos superábamos todos los obstáculos.
Cuando comencé la secundaria, nos mudamos y estuve un tiempo alejada de los caballos. Pero 2013, después de haber iniciado varios negocios exitosos y finalmente tener el tiempo y el dinero para seguir mi corazón, nuevamente volví a los caballos. Esta vez estaba segura de que quería el estilo americano de montar a caballo y esos caballos, pero sobre todo el estilo cowboy de criar caballos en su conjunto. Pero no pude encontrar ningún caballo de las razas de america que me gustara aquí en Suecia. Así que terminé comprando uno de Texas, mi “dulce Trash”. Al llegar a Suecia con él, me di cuenta de que necesitaba un lugar donde vivir. Y compré una granja en las afueras de Estocolmo para que pudiéramos vivir juntos. Y de alguna manera, y sin pensarlo mucho, un caballo se convirtió en dos, que se convirtieron en cuatro, y que ahora son mi familia de caballos. Luego comencé a criar potros, y estar con ellos desde que nacen. Mucha gente comenzó a criticar esto, me decían que los dejara estar con sus madres y que no les quitara tiempo de estar con las manadas, pero yo no estaba de acuerdo.
Mi forma de criar y entrenarlos desde potros es un método diferente, por muchas razones pero, sobre todo, es un método que no es a la fuerza ni traumático para los animales.
2. ¿Puede describir su enfoque para entrenar caballos y en qué se diferencia de los métodos tradicionales?
Mi enfoque se basa en gran medida en los sentimientos y la energía, centrándose en cuándo aplicar o liberar presión. He desarrollado mis propias soluciones porque aprendí que aplicar demasiada presión no funciona, ni para mí, ni para los caballos. Pero quiero enfatizar que lo importante, no es entrenar a todos los potros de la misma manera. Cada potro es un individuo, con su propia personalidad, fortalezas y limitaciones. Siempre tengo esto en cuenta y adapto mi entrenamiento a cada potro.
Me esfuerzo por convertirme en uno con el caballo a entrenar. Empiezo a trabajar con los potros incluso antes de que nazcan, construyendo una relación sólida con la yegua. Mi entrenamiento requiere que el potro me vea como una parte natural de su entorno. Eso lo logro teniendo ya a la yegua lo más cómoda y relajada posible conmigo. Siempre me aseguro de que los potros se sientan cómodos y relajados, trabajando a un ritmo que respete su nivel de confianza.

3. ¿Cómo adaptas tus técnicas de entrenamiento para conectar con los caballos a nivel sensorial, sin depender de la vista?
Al ser ciego, dependo en gran medida de mis otros sentidos. Aunque tengo “ceguera legal”, eso quiere decir que no soy completamente ciega. Puedo percibir claramente las cosas cercanas a mí, los objetos se vuelven borrosos a medida que se alejan. Por ejemplo, para leer algo en mi teléfono lo sostengo a 5 cm de mis ojos, y eso es con el modelo de iPhone más grande y el texto más grande.
Utilizo mis manos para sentir a los caballos más profundamente y esta conexión táctil me permite comprenderlos de una manera diferente a la de otros que la confían a la vista. Este enfoque también es esencial en el cuidado de los caballos, poder sentir el estado del caballo y detectar cosas que otros criadores lo hacen visualmente.
4. ¿A qué edad empiezas a trabajar a tus caballos y por qué crees que es importante empezar temprano?
Empiezo a trabajar con potros el día que nacen. Cada interacción le enseña algo al potro, ya sea bueno o malo, por eso el entrenamiento comienza desde el primer día, quieras o no. El entrenamiento temprano también aborda cuestiones de seguridad, no sólo para el potro, sino para todos los involucrados, como yo, el herrador y el veterinario. Y la seguridad es algo más que usar “un casco”. También hay otros aspectos necesarios, desde cómo manejas a los caballos en libertad, hasta cómo les quitas los cabestros. Se puede hacer mucho para prevenir accidentes y minimizar el riesgo, pero al final del día, estos son animales grandes y fuertes y siempre hay algún riesgo.
5. ¿Cómo te aseguras de que los caballos con los que trabajas se sientan seguros y confíen en ti, a pesar de no poder leer visualmente su lenguaje corporal?
Cuando los caballos están cerca, no tengo ningún problema en sentir cómo se sienten. Ahora cuando están más lejos, puedo confiar en que alguien me describa su lenguaje corporal. Sin embargo, aunque no puedo verlos a la distancia, si puedo captar muchas otras señales, como sus movimientos, y los sonidos que hacen. Su respiración, e incluso el sonido de sus cascos al caminar, pueden decirme mucho sobre cómo se mueven y qué sienten.

6. ¿Cómo utilizas el tacto y otros sentidos para comunicarte con los caballos durante las sesiones de entrenamiento?
Suelo decir que la yegua y la manada les enseñan el lenguaje del caballo, y yo les enseño el lenguaje humano. Utilizo mi tacto, lenguaje corporal, voz y energía para comunicarme, y esto desarrolla una conexión que ayuda al caballo a comprender mis intenciones y trabajar conmigo como equipo.
7. ¿Podría explicar cómo su método ayuda a los caballos a desarrollar su confianza y estabilidad emocional?
Siempre me aseguro de trabajar a un ritmo en el que el potro se sienta cómodo y tranquilo. Mi objetivo nunca es domar el caballo, sino más bien generar confianza, ayudándolos a comprender que juntos podemos superar los desafíos. Este método anima al caballo a confiar en sí mismo y en mí como equipo, fomentando la estabilidad emocional.

8. ¿Qué desafíos ha enfrentado a lo largo de su carrera y cómo los ha superado?
Por ejemplo, a mí me afectan mucho las condiciones climáticas: la luz y el viento pueden afectar mis sentidos. Por lo tanto, siempre tomo precauciones y proporciono las mejores condiciones para los potros eligiendo cuidadosamente cuándo y dónde entreno.
Nunca querría forzar físicamente a un caballo a hacer nada, e incluso si lo hiciera no podría porque peso menos que su cabeza. En parte, es por eso que empiezo a entrenarlos en una etapa temprana y a un ritmo muy tranquilo y relajado, permitiéndome a mí y al potro convertirnos en un equipo antes de que sean lo suficientemente grandes como para lastimarme gravemente a mí o a ellos mismos si las cosas salieran mal. Por ejemplo, cuando nació Fiona, (una de sus yeguas de cría) hubo un momento en que estaba acercándome a cogerla. Y de repente, se asustó con un sonido fuerte de otra persona y tuvo una reacción inesperada. Si hubiera sido más grande, podría haber terminado conmigo o terminando en un hospital o con Fiona lastimándose.
Para eso mi mejor solución es no tener ningún tipo de distracciones. A mí me gusta que la interacción sea entre el animal y yo solos, para que ninguno tenga otro tipo de distracción. Me aseguro de que cuando empiezo a entrenar estemos solo el potro y yo. Necesitamos estar en nuestra burbuja para obtener los mejores resultados de los entrenamientos.
9. ¿Cómo se evalúa el progreso de un caballo cuando no se puede confiar en la vista para evaluar su comportamiento y desempeño?
Si bien puedo usar herramientas como una cámara para ver mejor o recibir comentarios de los demás, evalúo principalmente su comportamiento, bienestar general y desempeño por cómo reaccionan, su estado de ánimo y cómo se comportan.

10. ¿Qué consejo le daría a otros entrenadores o personas que trabajan con caballos y que pueden enfrentar limitaciones físicas, como la ceguera?
El consejo que daría es el mismo que le doy a cualquiera que trabaje con caballos: Entienda sus propias habilidades y limitaciones, así como las del caballo. Trabaje con esos dos factores y adáptese.
En mi caso, conociendo mis limitaciones y mis habilidades, he convertido lo que otros podrían ver como una desventaja en una ventaja. Mi falta de visión me ha llevado a encontrar mis puntos fuertes y a utilizarlos en todo, desde los negocios hasta el entrenamiento de potros.
Más información: https://www.facebook.com/mm.malinmelin