Monte das bestas sen eólicos

La Rapa das Bestas: Una tradición amenazada por intereses económicos

Entrevistamos a Paulo Vicente Monteagudo, presidente de la Asociación Rapa das Bestas de Sabucedo
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A seis meses de una de las fiestas más emblemáticas del campo gallego, la Rapa das Bestas, tuvimos la oportunidad de conversar con Paulo Vicente Monteagudo, presidente de la Asociación Rapa das Bestas de Sabucedo. Este evento, que cada año atrae a un número creciente de turistas, se enfrenta hace ya una década, a empresas de energía que solo piensan en beneficios económicos, lo que amenaza una tradición que debería ser defendida a nivel nacional.

Aloitadores en el Curro Foto: Claude le Gall
Aloitadores en el Curro Foto: Claude le Gall

En un terreno de 45 kilómetros cuadrados, de 8 ayuntamientos, el área donde pastan las bestas, caballos en estado salvaje, que según algunas muestras históricas los datan ahí, desde hace ya 6.000 años.

La Rapa das Bestas de Sabucedo es mucho más que una simple celebración; es la esencia de la cultura gallega. Este evento anual simboliza la conexión entre el hombre y la naturaleza, así como la herencia del mundo rural y una rica cultura milenaria. En Sabucedo, una vez al año, se recogen los animales que viven en estado salvaje con el objetivo de garantizar el bienestar animal, para que puedan seguir viviendo el resto del año en libertad. Esto que antiguamente era parte de la Iglesia del lugar, hoy lo asume “La Asociación Rapa das Bestas”.

La Rapa das Bestas, reconocida como Fiesta de Interés Turístico Internacional, ha crecido en popularidad. La atención mediática ha incrementado la afluencia de público, transformando A Estrada en un lugar donde se vive una fiesta llena de música y color. Sin embargo, el verdadero atractivo sigue siendo el curro, una especie de plaza cerrada, donde se lleva a cabo la rapa.

La actividad comienza en la ida al monte a buscar a los caballos, la bajada del monte a al recinto y de ahí al curro donde los aloitadores, jóvenes encargados de manejar a los animales, inician su trabajo, de corte de crines, todo un espectáculo donde la emoción es palpable.

Una vez dominada la Besta se le corta las crines. Foto: Sindo Novoa
Una vez dominada la Besta se le corta las crines. Foto: Sindo Novoa

Sin embargo, la Rapa das Bestas enfrenta en los últimos años, una proliferación de proyectos eólicos, que vienen amenazando las tierras donde se crían estos caballos salvajes. Los aerogeneradores están invadiendo campos y montañas, reduciendo el espacio natural disponible para los equinos. Esta situación preocupa a los dirigentes de la asociación y a los nativos de la zona, quienes ven cómo los intereses económicos ponen en riesgo una tradición que está a punto de cumplir 500 años.

Para proteger esta festividad, se están explorando diversas vías, como la declaración de la Rapa das Bestas como Bien de Interés Cultural. Además, se está considerando la posibilidad de otorgar al caballo gallego de monte una mayor protección jurídica. Estas iniciativas son cruciales para asegurar que esta tradición perdure y se respete en el futuro.

ENTREVISTA:

Paulo, ¿puedes contarnos sobre el origen y la historia de la tradición de la Rapa das Bestas?

A Rapa das Bestas tiene su origen posiblemente en torno a la segunda mitad del siglo XVI. Esto es lo que se puede desprender de la leyenda en la que se sustenta la tradición, en la cual se habla de dos “vellas”, es decir, dos señoras mayores, que tras la llegada de la peste en el año 1567, Según la creencia, estas dos mujeres ofrecieron dos yeguas a San Lorenzo de Sabucedo en el caso de que se librasen de dicha peste. Al pasar el periodo en el que se recluyeron en una pequeña cabaña en las afueras de la aldea, hicieron efectiva la ofrenda y así nació la cabaña del “Santo”, manada de la que hoy en día descienden las “Bestas do Santo”, que son las que pertenecen a la Asociación de “A Rapa das Bestas de Sabucedo”.

A Rapa das Bestas una tradición que va a cumplir 500 años. Foto: Josef Koudelka 1973
A Rapa das Bestas una tradición que va a cumplir 500 años. Foto: Josef Koudelka 1973

De todas formas los caballos ya vivían desde mucho antes en los montes de la comarca, tal y como muestran los petroglifos de la zona donde se observan figuras grabadas en piedra donde aparecen caballos y humanos, datados de 4000 a.C.

¿Qué significa para ti y para la comunidad esta tradición en la cría del caballo salvaje?

La aldea de Sabucedo, así como algunos pueblos que la rodean, están muy vinculados antropológica y sentimentalmente a sus “bestas” o yeguas salvajes.

Este proceso de cuidado de los animales y su custodia se ha mantenido desde tiempos inmemoriales, con unas formas y usos que se han transmitido de generación en generación.

El proceso de cría se produce en total libertad en los montes que circundan  la aldea, por lo que la intervención humana es prácticamente nula.

Paulo Vicente y un grupo de mozos cercando para evitar el paso das bestas
Paulo Vicente y un grupo de mozos cercando para evitar el paso das bestas

La Asociación a día de hoy se encarga de sus vigilancia anual, puesto que su vivencia en libertad provoca que en algunos casos aparezcan en fincas ajenas así como en las carreteras, situaciones a la que los miembros del colectivo dan solución acudiendo para resolver estas problemáticas siempre que se nos require.

Por otro lado, también se lleva a cabo el control administrativo, colocando los microchips, custodiando la documentación administrativa, dando cuidados veterinarios en situaciones de necesidad así como limpiando el monte y protegiendo el hábiatat donde se desenvuelve la vida de estos animales.

¿Cuáles son los principales rituales y actividades que se llevan a cabo durante la Rapa das Bestas?

En los días que se produce la Rapa das Bestas, primer fin de semana de julio, incluyendo el viernes, se produce la “Baixa das bestas”, que es el proceso por el cual se reúnen los caballos en el monte y se desciende con ellos a Sabucedo. Este proceso se lleva a cabo el viernes durante todo el día y el sábado por la mañana. A continuación tiene lugar el curro. Son tres curros, el sábado por la tarde y el domingo y lunes por la mañana.

Bajada del Monte de Las Bestas. Foto: Sindo Novoa
Bajada del Monte de Las Bestas. Foto: Sindo Novoa

En el curro se lleva a cabo el proceso de corte de crin, la colocación de desparasitante para el buen estado sanitario de las yeguas, y colocación de chip. Todos estos actos se llevan a cabo a través del proceso de “Aloita”, en el cual los aloitadores realizan los trabajos necesarios para inmovilizar a los animales. El sistema de aloita está codificado con unas maneras heredadas desde generaciones en las que solo pueden intervenir tres personas y que buscan que este proceso sea lo menos estresante para los caballos.

Al acabar el último curro, las bestas son “soltadas” devueltas al monte y así poder desenvolver su vida en libertad durante los 360 días restantes hasta la próxima Rapa.

¿Cómo ha evolucionado la tradición a lo largo de los años y qué cambios has observado en la participación de la comunidad?

La tradición no ha sufrido demasiados cambios desde sus inicios. En cuanto al manejo de los animales ha habido mejoras, derivadas de la tecnologización. Hoy en día la Asociación posee vehículos y remolque, facilitando trabajos que antes se hacían a pie. Tenemos veterinaria propia en la Asociación, que se ocupa de los cuidados sanitarios de las bestas, estamos dotados de lectores de microchip para llevar a cabo el control de los animales, usamos un dron de vigilancia, collares de seguimiento GPS que se colocan a animales que puedan provocar problemas en carreteras y territorios privados y así poder localizarlos rápidamente… Debemos usar todas las herramientas que la tecnologización nos facilite, pues el despoblamiento del rural provoca que cada vez seamos menos los que tenemos la posibilidad y empeño de salvaguardar la vida de estos équidos en libertad, siempre que estos medios nos desvirtúen la tarea que realizamos.

Aloitadores una tradición que se lleva en la sangre. Foto: Sindo Novoa
Aloitadores una tradición que se lleva en la sangre. Foto: Sindo Novoa

Por otra parte, también es importante hablar de la inclusión y participación de la mujer en la Rapa das Bestas. Hoy en día tenemos aloitadoras en el curro y es algo que está totalmente normalizado y de lo que nos sentimos orgullosos en Sabucedo. Además de aloitar, también están presentes en la ayuda en el monte durante el año, se ocupan de labores administrativas, merchandising, control de acceso y organización del curro en los días de la fiesta,… Normalizar la presencia de la mujer en nuestra sociedad es tarea de todos y la Rapa das Bestas ha hecho siempre bandera de esto.

¿Cuáles son las principales dificultades que enfrenta la Asociación Rapa das Bestas en la actualidad?

Las dificultades son diversas. Entre ellas y como las más importantes se pueden citar el cambio de usos del monte y su mal estado vegetal, los robos de caballos por parte de “cuatreros”, el descontrol y vigilancia del lobo, el uso industrial de los montes, tanto en lo relativo a plantaciones de eucalipto y otras especies que quitan lugar a zonas de pasto para los équidos como los ligados a la generación de energía.

Respecto a los usos del monte, remarcar que el cambio de prácticas en el rural provocó que el matorral y el “toxo” se hayan descontrolado, pues antes se usaban para hacer la base sólida sobre la que se asentaban los animales domésticos en las cuadras, acto conocido como “estrar as cortes”. La falta de estas prácticas,así como la proliferación de zonas de helecho ha provocado que el monte tenga poca comida. De ahí que desde la Asociación, defendemos que los caballos del monte son un apagaincendios natural, controlando la proliferación de maleza y realizando un bien social a coste cero.

¿Cómo afecta la proliferación de aerogeneradores a las tierras donde se crían los caballos salvajes?

Ésta es una de las problemáticas que más nos ha afectado en los últimos años. En la última década, empresas energéticas y planes desenvueltos por las administraciones, han puesto en peligro la pervivencia de los caballos en su hábitat. No nos mostramos contrarios a un nuevo modelo energético renovable, pero sí cuestionamos sus formas y ubicaciones. Se trata de grandes empresas que no buscan el asentamiento de la población o las mejoras a nivel social allí donde instalan sus polígonos industriales. Sólo miran por sus intereses económicos. Esto lleva a que los procesos por los cuales se pretenden asentar en nuestro territorio se lleven a cabo de forma irregular, saltándose medidas medioambientales establecidas. Las administraciones permiten que las empresas energéticas puedan contratar a otras empresas para realizar los estudios medioambientales que sustentarán la aprobación de las DIA (Declaración de Impacto Ambiental). Se pone al zorro a vigilar del gallinero.

Por otra parte, la construcción de estos parques provocará la apertura de pistas de 10 metros de ancho por todo el monte, romperán balsas subterráneas de agua de donde salen las fuentes donde beben las bestas, líneas de alta tensión,… nada que ayude a la vida de nuestras bestas.

¿Qué medidas están tomando para proteger tanto la tradición como el hábitat de los caballos frente a estos proyectos de energía?

Hemos puesto alegaciones contra todos estos proyectos; formamos parte del colectivo Alarma Terra de Montes, que engloba a todos los grupos de defensa del territorio en la comarca, asistimos a manifestaciones, notas de prensa y publicitación en redes sociales de notas sobre la materia, se realizó el primer festival Burla Verde en defensa de nuestros montes, se trabajó con el equipo de la película “ As Bestas” que provocó la declaración de apoyo de Rodrigo Sorogoyen en los Premios Goya,…todo lo necesario para parar estos parques y fomentar un cambio energético justo y responsable con el medio ambiente y nuestras costumbres y tradiciones.

¿Has notado un cambio en la percepción pública sobre la Rapa das Bestas y la cría de caballos salvajes en los últimos años?

Pienso que realmente no es un problema de percepción pública. Básicamente, en el pasado no existían unos parámetros o principios de respeto por los animales y las actividades que se derivasen de una práctica en común. A principios de este siglo el movimiento animalista hizo visibilizar la problemática de ciertos espectáculos con animales y la percepción sobre los mismos varió en esencia.

Nosotros no nos sentimos incómodos con esto pues defendemos que las prácticas que realizamos con los caballos se llevan a cabo con el máximo de los respetos, buscando la mínima interacción con el animal durante el año. En lo relativo al proceso del Curro, entendemos que inmovilizar a los animales entre tres personas y con un código de actuación basado en el respeto hacia el caballo, es mucho más ágil que hacerlo en mangas de manejo de hierro o madera, pues nuestros caballos son salvajes y se comportan de manera muy agresiva en estos entornos de trabajo. Hemos tenido reuniones con grupos animalistas y esto nos ha enriquecido como colectivo pues se ha llegado a puntos de consenso.

Por otro lado, el mundo audiovisual,en los últimos años ha evidenciado nuestras formas de proceder. Documentales como “Rapa” de Alejandro Enríquez, o el que se está elaborando en la actualidad un equipo estadounidense, ayudan a que desde el exterior se entienda cómo y por qué hacemos lo que hacemos con el único objetivo de que nuestras bestas puedan seguir viviendo en libertad en nuestros montes.

¿Qué papel juegan las nuevas generaciones en la preservación de esta tradición?

Las tradiciones solo resisten al paso del tiempo si hay quien las preserve.

Y la nuestra es, sin duda, una tradición que ha pasado de padres a hijos, de abuelos a nietos.

En Sabucedo viven alrededor de 30 personas durante el año. Algunos más en fines de semana y periodos vacacionales. La mayoría de la gente que vive durante el año es de edad avanzada y los trabajos a realizar son duros físicamente. Por eso, son los periodos donde retorna más gente a la aldea los preferibles para llevar a cabo tareas de control y trabajos de mejora de pastos, instalaciones…

La lucha entre hombre y animal donde no hay vencidos ni vencedores. Fot: Claude le gall
La lucha entre hombre y animal donde no hay vencidos ni vencedores. Fot: Claude le gall

Desde la Asociación, siempre hemos promovido que niños y niñas se integren en la ayuda de las tareas anuales. Son varios los niños y niñas que los fines de semana se suman para subir al monte y realizar tareas de control, o nos ayudan en la construcción de instalaciones, cierres, manutención de animales con problemas. Tienen que aprender a realizar las tareas y entender por qué se hacen, para que así pueda existir una continuidad de nuestra tradición.

¿Qué mensaje te gustaría transmitir a quienes no están familiarizados con la Rapa das Bestas y su importancia cultural y ecológica?

Me gustaría invitarlos a que asistiesen, que vivan lo que nosotros experimentamos al subir al monte y descender con las yeguas para conducirlas a Sabucedo.

La sociedad debe valorar mucho más la figura del Cabalo Galego de Monte, como riqueza social y en el ámbito de la biodiversidad. Tenemos máquinas desbrozadoras que no consumen combustible, que habilitan el monte para ser usado por otros animales en convivencia con las bestas.

Por otra parte, estos caballos deberían tener una figura de protección específica pues son parte del patrimonio material e inmaterial de nuestra comunidad. Llevan conviviendo a nuestro lado durante milenios y no podemos permitir que la voracidad económica y social pueda provocar su desaparición de los montes de Galicia.

Asociación Rapa das bestas

Fotos cedidas por Paulo Vicente para este artículo.
Portada : Diseño de Rosa de Cabanas