Fotos Cedidas para esta entrevista por José Daniel Martín Dockx

José Daniel Martín Dockx y Malagueño LXXXIII se preparan para sus últimos Juegos Olímpicos

Ambos nacidos en Málaga José Daniel en 1974, y Malagueño en 2010
Portada » José Daniel Martín Dockx y Malagueño LXXXIII se preparan para sus últimos Juegos Olímpicos

A pocos días de los Juegos Olímpicos de Paris 2024, el canaldelcaballo.es conversó con “dos” representantes de España, que participarán en la disciplina ecuestre de Doma clásica. En realidad, solo hablamos con uno, pero es tal la unión que José Daniel Martín Dockx tiene con su caballo, que por momentos sentimos que su montura Malagueño LXXXIII, se expresaba por boca de Daniel.

Fotos Cedidas para esta entrevista por José Daniel Martin Dockx
Fotos Cedidas para esta entrevista por José Daniel Martín Dockx

Ambos nacidos en Málaga José Daniel en 1974, y Malagueño en 2010. Se preparan estos días para lo que podría ser su participación como Binomio en sus últimos juegos olímpicos.

José Daniel Martín Dockx, lleva ya 32 años como profesional de alta competencia, si bien empezó a montar hace mas de 40 años.

Fotos Cedidas para esta entrevista por José Daniel Martin Dockx
Fotos Cedidas para esta entrevista por José Daniel Martín Dockx

Yo empiezo a montar con 6 años, porque en casa, mi padre era un gran aficionado a los caballos. La afición de mi padre era ir a montar todos los días y me empezó a llevar con él.

Hasta que me apuntó en una escuela de equitación, ahí comencé realmente con clases de equitación. Las clases de equitación las hacía con una yegua que me regalo mi padre de nombre Candela, una yegua Hispano-árabe. Esa yegua estaba domada en lo que aquí en Andalucía en mi entorno era lo más común, la Doma Vaquera. Y pronto comencé a concursar con Candela en Doma Vaquera.

A finales de los 80, cuando yo empiezo mi competición se concursaba de una manera muy distinta a lo que es hoy en día, se concursaba en la feria de los pueblos. Los ayuntamientos organizaban concursos, que se hacían en un llano o en la playa, donde se habilitaba una zona.

Y solo había dos categorías, la categoría infantil, que no había una edad mínima, y la otra categoría era profesionales o adultos.

Así que mis primeros concursos los hice como infantil, pero con los buenos resultados obtenidos con Candela, pronto pasamos a la segunda categoría de profesionales.

Candela, cuando mi padre la compró ya era “mayorcita” y con gran experiencia en ciertos ejercicios, así que hicimos un buen equipo. Su experiencia, más mis ganas de concursar en esos 4 o 5 años juntos ganamos varios premios. Y a ella junto a mi padre,  le debo mucho de esta pasión, que ha sido mi vida, por este mundo del caballo”.

Candela fue la yegua con la que Daniel formó ese primer Binomio de competición, que después con los años y esa afición e inquietud de su padre lo haría cruzarse con otros caballos y un cambio de disciplina.

Malagueño LXXXIII. Fotos Cedidas para esta entrevista por José Daniel Martin Dockx
Malagueño LXXXIII. Fotos Cedidas para esta entrevista por José Daniel Martín Dockx

Volviendo a la afición de mi padre, que empezaba a ver que su hijo mayor, le había picado el gusanillo de los concursos, en sus viajes por Europa descubrió y se enamoró de la Doma Clásica. Y de vuelta de estos viajes, traía videos y comenzó a investigar más sobre la Doma Clásica, involucrándome a mí también, por ese entonces yo tendría 16 , 17 años. Y de verdad que me gustó mucho ese cambio de disciplina, a donde a diferencia de la Doma Vaquera, aquí los movimientos naturales del caballo en el campo, se perfeccionan, se trata de desarrollar al caballo al máximo posible. Lo que me refiero en desarrollarlo al máximo es en poder mejorar sus capacidades como en el paso, el trote y el galope. Los ejercicios que parten de una base natural llevarlos alcanzar la máxima perfección posible en cada movimiento. Qué es lo que se intenta en la Doma Clásica”.

Con el cambio de disciplina, Daniel empezó a trabajar con nuevas monturas, y con los años formó Binomio con otros excelentes caballos, con los que fue acumulando su palmarés. Formó Binomio con Grandioso, San Rubino, Encanto XI y Mejorando. Hasta que, en el 2019, conoce a Malagueño LXXXIII su gran compañero y actual Binomio con el que representará a España en las olimpiadas de Paris. 

Malagueño LXXXIII. Fotos Cedidas para esta entrevista por José Daniel Martin Dockx
Malagueño LXXXIII. Fotos Cedidas para esta entrevista por José Daniel Martín Dockx

Malagueño nació en la ganadería, de Francisco Santiago propiedad de Paco Santiago donde yo empecé a trabajar para preparar jinetes y caballos. Ellos acudieron a mi para que empezara a darle clases a un chico que tenían ahí para monta y a preparar caballos entre ellos Malagueño. Cuando yo empiezo a trabajar con Malagueño lo trabajaba el chico que montaba en la ganadería. Y esa fue mi primera relación con el caballo, ya que estuve dando clases y preparando a Malagueño y al jinete por 3 años.

Hasta que por las cualidades que mostraba el caballo, me piden que lo prepare para un gran premio, y fue ahí donde yo comienzo a montar a Malagueño. De esto ya han pasado 5 años. 

El primer año la verdad que tengo que decir que fue muy complicado. El cambio de jinete a un caballo con tanto corazón no fue fácil.  Bueno, cada jinete tenemos como se suele decir «cada maestrillo tiene su librillo» y al principio, fue un poco complicado. Pero el trabajo y la constancia nos dio nuestro primer objetivo y conseguimos llegar al Gran Premio, y yo creo que antes de lo que todos pensábamos. El mismo año que empiezo con el caballo el 2019, llegamos al Gran premio.

Conseguirlo en el mismo año, que la verdad fue para mí muy complicado de gestionar, me di cuenta de que el caballo causaba un impacto muy grande. Malagueño estando verde en las pruebas y poniéndome las cosas complicadas, de igual manera siempre sacaba mucha nota.

El caballo en las pruebas no fallaba nada y en ese primer año ya mostraba solidez, y desde ese primer concurso empezamos ganando. Hicimos 3 nacionales y ganamos los tres. De ahí fuimos a SICAB y quedamos terceros, que de cualquier manera para nosotros meternos en un pódium en el primer año no era poca cosa. Lo que para nosotros fue un éxito.

Esto fue suficiente motivo para empezar en la competencia Internacional y la verdad que fue un poco lo mismo. En el primer concurso internacional que hicimos en el Gran Premio Especial quedamos segundo. Luego fuimos a Portugal y ganamos los dos días.

O sea que me empecé a dar cuenta de que sí bien teníamos muchas cosas que mejorar y muchas cosas que arreglar, éramos un buen Binomio. Ya que Malagueño gustaba mucho.

Malagueño LXXXIII, es un caballo con mucho corazón y con “un Ángel”. Muy noble siempre te entrega mucho, a veces más de la cuenta y como quiere darte tanto se pone un poco tenso.  Esas son las dificultades que te hablo. Al final en la doma clásica, se busca que todo sea muy bonito muy armónico muy relajado y a veces ese exceso de entusiasmo, nos juega un poco en contra y ese es mi trabajo de saberlo gestionar.

Ese exceso de entrega y entusiasmo que complica un poco al momento en la competición, se compensa con que es un caballo que llega mucho a los jueces y al público, ¡¡¡Malagueño gusta mucho!!! 

Es un buen ejemplo del PRE (Pura Raza Español), ya que demuestra en los concursos lo que se intenta explicar siempre en palabras de que nuestra raza se desempeña muy bien en la Doma Clásica. ¡Es un caballo que demuestra lo que vale!

Un caballo que demuestra que vale la pena seguir apostando y creyendo por el PRE, yo creo que esto ahora mismo para el sector es una cosa súper importante.

Como todo en la vida, las relaciones se construyen con el tiempo, y es el tiempo el mejor aliado en aprender a respetar, confiar y querer a los otros. Y esto claramente no es ajeno entre el jinete y su montura. Y queda demostrado cuando ambos pisan la pista siendo uno.  Son muchos días a la semana, muchas semanas al mes y muchos meses al año, en el que el Binomio pasan juntos, y es ahí donde se crea esa unión y amistad.

Fotos Cedidas para esta entrevista por José Daniel Martin Dockx
Fotos Cedidas para esta entrevista por José Daniel Martín Dockx

Al final date cuenta que pasamos casi los 365 días al año juntos, no son los 365 días porque te mentiría, pero poco falta. Estamos montando casi todos los días, descontando viajes, algunas vacaciones o descansos, pero el resto del tiempo pasamos juntos. Son muchos días al mes y muchos años, entonces al final conoces muy bien al caballo. En el momento que hay algún cambio lo vas anotando enseguida.

Y lo mismo por parte del caballo, que claramente nota tus estados de ánimo.  

Llegas a conocer tanto a tu caballo y el a ti, que es como una comunicación no verbal. Y que te lleva a veces a tomar decisiones, que para un entendido en el comportamiento animal le podría parecer una locura.

Por ejemplo, este año me paso que el campeonato de España iba a ser en Barcelona, y nosotros vivimos en Málaga. Y el herrador también es de Barcelona. Habíamos corrido con Malagueño el Gran Premio y lo habíamos ganado. Y pocos días después venía el campeonato de España. Y en ese pequeño intervalo de días como ya estábamos en época de que le tocaba cambiar herraduras, le dije al herrador que lo herrara.

La reacción del herrador fue la que tendrían muchísimos otros profesionales como él, y me dice: “¿Daniel no sería mejor esperar al campeonato y lo herramos después, para evitar cualquier inconveniente?”

Pero si bien lo que él me decía era muy razonable, yo estaba convencido que el caballo lo necesitaba. Así que le dije, no, no, herrémoslo antes del campeonato. Ya que yo sentía que el caballo lo iba a agradecer. Es algo interno, esa comunicación no verbal que mantienes con el animal. 

Al final acabamos ganando el gran premio especial, acabamos ganando el Kür Gran Premio y siendo campeones de España.

Claro que, si no conoces al animal, y no tienes esa conexión con él, siempre está la duda de hacer un cambio así, justo antes de un concurso, que era el miedo del herrero.

Le vas a tocar los cascos, le vas a meter clavos, o sea son cosas que pueden afectar en la sensibilidad, puede afectarle en la pisada. Cuando vas a tener un concurso, a no ser que haya una razón de fuerza mayor, uno no se le ocurre probar una cabezada nueva o una montura nueva. Normalmente vas con el equipo que ya está habituado, con el que has trabajado.

Yo en ese momento sentí que el caballo iba a estar más cómodo, sentía que el caballo lo necesitaba. Que él iba a seguir la misma línea y la verdad que fue acertado.

En diez días Daniel y Malagueño parten para una aventura más,  la participación representando a España ante el mundo, en el Gran Premio de Doma Clásica de los Juegos Olímpicos en París. Aventura que todo indica que puede ser la última juntos, ya que Daniel está con otros proyectos a los que quiere dedicar más tiempo.

La primera inspección de los caballos para Doma Clásica está prevista para el domingo 28 de julio a las 08:00 am, dando inicio la competición a las 11:00 am del mismo día.

El lugar donde se realizarán las pruebas, no será nada más ni nada menos, que los hermosos jardines del Palacio de Versalles, residencia de la corte del Rey Luis XIV en 1862, hoy Patrimonio de la Humanidad desde 1979. 

El caballo está ahora en Málaga en su casa, el día 26 ya debe estar en el palacio de Versalles,  que es donde se realizan las pruebas. Así que saldremos con tiempo desde Málaga.

Por el calor que es muy fuerte en esta época, la idea es que el caballo salga de la cuadra por la noche, para que el viaje se haga en las horas de menos calor.

Estos tramos de viajes lo pensamos para que durante el día descanse en alguna cuadra en el camino, y vuelva a subir al camión a la noche en tres tramos.

En estos momentos nos seguimos preparando, como para cualquier otro concurso, entrenando y poniéndonos en nuestro máximo nivel, para llegar bien a Francia. Estamos trabajando todos los días a primera hora para evitar el calor extremo. Vamos con las mayores expectativas, sobre todo por la responsabilidad de representar a nuestro país. Con la ilusión de dejar en lo más alto a la doma española y la raza del PRE”.

Ya terminando nuestra conversación, Daniel Martin, nos adelanta algo que nos deja un poco tristes, pero con mucha esperanza. Ya que un profesional como él, podrá seguir dando alegrías y aportando al PRE, y al mundo ecuestre desde donde esté.

¡Y es en ese sentido que desde el canal del caballo le deseamos muchísimos años más para que en sus nuevos proyectos, siga con esa ilusión que lo ha convertido tantas veces en CAMPEÓN!

“Yo creo que estos serán mis últimos juegos olímpicos, ya son muchos años los que he dedicado a esto, son 32 años compitiendo a un muy alto nivel.

La competición siempre ha sido muy exigente y le he dedicado parte de mi vida. Ahora yo creo que esa etapa de mi vida ya la viví. He tenido un año maravilloso, la participación con Malagueño en Doha, lo que fue su primer viaje de avión, el campeonato de España y ahora rumbo a las olimpiadas. Yo creo que será un momento bonito, no para decir adiós total, pero si para decirle adiós a la alta competición.

Mi idea es seguir montando. Tenemos con mi mujer caballos, y con ellos ir preparándolos, domándolos, vendiendo.

 Desde hace ya tres años estoy también volcado a la formación, a mejorar ganaderías, preparar jinetes para la competición, y la verdad es que esto cada vez me gusta más.

Y si sale competir, también competir, pero cuando a mí me apetezca, pero ya no por obligación.

Y por supuesto seguir preparando binomios para la más alta competición.

Fotos Cedidas para esta entrevista por José Daniel Martín Dockx